lunes, 2 de junio de 2014

modificaciones extremas

La mujer vampiro




Se llama María José Cisternas, tiene 35 años, y es de Guadalajara.  Su idea de hacerle a su cuerpo una transformación extrema surgió a raíz de ser maltratada por su esposo. Es abogada, pero al decidir reiniciar su vida cambió de profesión a tatuadora.

La mujer gato



Esta mujer es Jocelyn Wildenstein, una millonaria suiza que ha gastado alrededor de tres millones de euros en cirugías plásticas, con el objetivo de tener la atención de su esposo, quien amaba a los gatos. Jocelyn decidió transformar su cara y darle rasgos felinos, a ver si así recuperaba a su marido. ¿Lo peor de la historia? Lo logró.

El hombre lagarto


Erik Sprague tiene de 39 años, es un músico, comediante y artista circense que vive en Texas. Su transformación en Lizardman surgió de una mezcla de pasión por el performance, y algunos principios de Ludwig Wittgenstein. Este autor decía que todo comparte cierta familiaridad, y eso fue lo que motivó a Lizardman a ser diferente por medio de medio de modificaciones permanentes. Decidió convertirse en un reptil porque considera que es algo que le va a gustar por el resto de su vida.

La Barbie vivente




Sarah Burge, inglesa de 50 años, es otra mujer traumada tras un divorcio, como casi todas las de esta lista. Es la mujer con más cirugías en todo el mundo. Su objetivo es parecer Barbie, y le ha costado alrededor de cien cirugías. Entre sus locuras, le ha puesto Botox a su hija de 16, y le enseñó a bailar tubo a su hija de 7.


El hombre de los brazos explosivos



Gregg Valentino, de 50 años,  es un fisicoculturista que empezó a usar anabólicos a los 36 años. A pesar de que ya estaba mamey, no le bastó y comenzó a inyectarse sintol, un aceite que da volumen a los músculos, pero no fuerza. Valentino empezó a consumir cada vez más esteroides y a hacer más ejercicio, al grado de que sus bíceps eran más grandes que su cabeza. Un día, estos músculos no aguantaron más y explotaron. El fisicoculturista fue internado en el hospital, donde le arreglaron los brazos y se los dejaron de un tamaño más decente. 


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