domingo, 1 de junio de 2014

El deseo de poseer un cuerpo cincelado por la mano de  un experto cirujano plástico, es el deseo de aquellos que no están conformes con lo que la naturaleza les obsequio o anhelan perpetuar su juventud.

Toda la información comercial, los mensajes que recibimos es “mejora tu físico”, y esta cuestionada la aceptación de la propia persona, ahora nadie está a gusto con su cuerpo, su fisionomía, todo mundo quiere cambiarse.




La cultura occidental ahora le apuesta a una especie de terquedad del individuo, a una especie de eterna juventud y la gente quiere permanecer así, entonces hay que proceder a hacerse de todo, hay que tinturarse el pelo, hay que estirarse la cara, se pierde el temor al quirógrafo y la necesidad imperiosa de convertirse en lo que siempre se soñó, terminan por derrumbar los patrones del tabú.


La belleza subjetiva, es la belleza que tiene un consenso por la mayoría de las personas, la sumatoria de muchas bellezas subjetivas, porque es difícil encontrar un objeto, una persona, un rasgo que sea objetivamente bello, porque lo que era bello antes puede que hoy por hoy no se considere así.

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